Llevo días pensando de que forma inaugurar este blog, qué le interesa a la gente, qué es lo más buscado en internet, actualidad… y finalmente, os voy a hablar de algo muy básico para mi y desde donde trabajo a diario, el INCONSCIENTE, ese gigante desconocido.
En la mayoría de mis sesiones de terapia sale a relucir éste término, cuando buscamos el origen emocional de la enfermedad, conflicto o síntoma, estamos buscando en la profundidad de nuestro ser, en nuestras creencias, en lo que traemos de información de nuestros antepasados, en todo lo que hemos sentido, en todo lo que hemos vivido…en nuestro INCONSCIENTE.
Nuestro inconsciente ocupa el 95% de nuestra mente, frente al 5% de conciencia, es nuestro disco duro, donde está grabada toda la información de nuestra vida.
De nada sirve centrarnos en el aquí y en el ahora si no tenemos sanadas las raíces, la programación. Para que entendamos un poco más cómo funciona, veamos:
Las cuatro leyes del inconsciente:
El tiempo no existe: biológicamente solo existe el presente, y para nuestra mente, todo está pasando en este momento, incluso si nos proponemos a recordar una experiencia vivida hace tiempo o proyectar una situación del futuro sólo se puede hacer ahora, en el presente.
El otro no existe: todo es yo, mis emociones, mis pensamientos…el otro existe solo en las relaciones. Si me enfado contigo, el enfado es mío y lo siento yo, en mi cuerpo.
El inconsciente es inocente: las bromas, ironías… todo lo vive como real. Dependiendo de nuestras creencias y cultura sentiremos algunas cosas como bien o mal. Si de pequeño le decimos a un niño de broma “ eres tonto” su mente inconsciente lo estará grabando tal cual.
Real, imaginario o simbólico es lo mismo: nuestro inconsciente no puede distinguir entre lo que ocurre y lo que imaginamos que ocurre, todo es lo mismo,. Así como lo que vemos que ocurre en televisión, al vecino… todo lo que llega a través de los sentidos, del pensamiento y lo imaginario, se traduce de manera biológica y provocará un síntoma.
El inconsciente no puede no manifestarse, y lo hace constantemente, solo debemos estar atentos a las señales que nos da, y la forma en la que más suele manifestarse es a través de nuestro cuerpo, cuando enfermamos, cada síntoma trae consigo un mensaje importante que trata de decirte algo, probablemente algo que pasaste por alto en su momento y a día de hoy sigue doliendo.
Y ahora, con todo lo que ya sabes, ¿se te ocurre mejor forma de empezar a trabajar-te?
Es hora de vivir mejor, con más conciencia y libertad, de dar luz a la oscuridad, estoy segura que todo éste trabajo te traerá mayor salud y bienestar.
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